No tienes ni idea de cuánto
me he esforzado en encontrar
un regalo para Ti.
Nada parecía adecuado.
¿Qué sentido tiene
llevar oro
a una mina de oro,
o agua, al Océano?
Todo lo que traía era
como llevar especias al Oriente.
No era un bien darte
mi corazón
y mi alma,
Porque Tú ya los tienes,
Así pues,
Te he traído un espejo.
Mírate a Ti mismo
Y recuérdame.
J. Rumi
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