No eres tus pensamientos.
Los pensamientos son sólo una corriente que fluye por
tu mente.
No tienes que luchar para controlarlos.
Lo que sí debes hacer es convertirte en un observador
pasivo
de cualquier evento que cruce el teatro de tu mente.
Si estuvieras sentado en un teatro,
podrías ser testigo de cómo un actor tras otro cruzan el
escenario.
Si uno de ellos interpretara el rol de un monstruo cruel,
no estarías realmente asustado.
Si otro actor anunciara con una voz cavernosa que “no
hay salida”, comprenderías que es sólo una
actuación y que no estás en peligro.
Vernon Howard
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