Medicina Cuerpo - Mente

 

La medicina cuerpo-mente no es un concepto nuevo, hace aproximadamente 300 años, la medicina y la filosofía trataban al cuerpo y a la mente como un todo integral. Luego, el modelo científico mecanicista y reduccionista de la medicina convencional, separo los estudios del cuerpo y la mente, y recibió un aplauso cuando terminó con la epidemia de las enfermedades infecciosas de principios e siglo XX. La biomedicina científica ayudo a controlar muchas de las enfermedades infecciosas que fueron los mayores asesinos, como la viruela, la tuberculosis y el cólera. Sin embargo, estas enfermedades habían declinado a una incidencia menor antes de que la medicina interviniera con éxito, y esta declinación se debió mayormente a las medidas públicas para la salud,  como las mejoras en la sanidad, la vivienda y en la nutrición y el agua potable.

 

En la actualidad, las enfermedades que matan a la mayoría de las personas en las naciones desarrolladas, ya no son las enfermedades infecciosas, sino las enfermedades crónicas degenerativas como las cardíacas, la hipertensión, el cáncer y la diabetes, para estas enfermedades no hay una cápsula mágica. Están relacionadas a factores psicológicos, de estilo de vida, ambientales, sociales e incluso espirituales.

 

La espiritualidad no es sinónimo de religiosidad, definida a grandes rasgos, la espiritualidad es un sentido interno de algo más grande que uno mismo, un reconocimiento de un sentido de la existencia que trasciende las propias circunstancias inmediatas. Incluye una amplia variedad de características como un disminuido enfoque en el ego, un sentimiento de amor que lleva a actos de compasión, empatía, gratitud y la experiencia de paz interior. Estas características no son solamente inherentes y enriquecedoras, sino que también son eminentemente conductoras hacia la salud y la sanación.

 

Estas características incluyen la actitud positiva, un sentido de propósito, una conexión social, el uso apropiado de terapias de medicina convencional, una inteligencia emocional y un estilo de vida físicamente activos.

Reconocer el valor medico de estas características, es lo que ha despertado   el interés de la medicina Cuerpo-Mente, esta vieja y nueva visión considera el hecho de que la intervención o cura no existe “fuera” del individuo, si no hay cambios internos de actitud, estilo de vida y orientación hacia uno mismo y el entorno.

 

Este enfoque requiere una transformación interna y psicológica, y el compromiso permanente del individuo.

 

La medicina Cuerpo-Mente reconoce que la sanación no siempre es el cese completo de todos los síntomas físicos; sanación,  literalmente significa “hacer un todo”.

Integrar la enfermedad desde esta perspectiva es verla como una oportunidad para recuperar la totalidad, aun frente a una enfermedad crónica., y esto puede ocurrir cuando cuerpo y mente están integrados en una fuerza sanadora única.

 

Las terapias Cuerpo-Mente nos ayudan a empujar las fronteras de nuestra comprensión científica y están desafiando las disciplinas científicas   tradicionales a que crezcan.

La medicina Cuerpo-Mente, ha sido investigada de manera extensa, demostrando el impacto positivo en una gran cantidad de enfermedades y se aplica en distintos hospitales de EEUU y otros países.

 

Como dice Kenneth R. Pelletier (profesos en la escuela de Medicina de la Universidad de Arizona y de California), a pesar que se sigue investigando, los misterios infinitos y perennes permanecen en la compleja interacción de la mente y la materia.

 

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