REIKI - Usui (método tradicional)

  El método Reiki, es un sistema natural de armonización y recuperación energética, que se practica con el fin de mantener o recuperar la salud. Es un método de reducción del estrés. Un sistema de sanación natural que nos ayuda a trabajar en nosotros mismos y en los demás a través de la Energía Vital Universal, promoviendo la salud y la armonización en todos los niveles: físico, mental-emocional y espiritual.

  Esta energía proviene del Universo, Dios o Tao, y no distingue creencias personales, ni razas, ya que proviene de una única fuente de energía Divina.

Reiki es una palabra japonesa, Rei significa universal, y se refiere al aspecto espiritual, a la Esencia Energética Cósmica, que empapa todas las cosas y rodea todo lo que existe. Ki es la energía vital individual, que fluye en todos los organismos vivos y los mantiene. Cuando la energía Ki sale del cuerpo, este deja de tener vida. La energía Reiki, es un proceso de encuentro de esas dos energías, la Energía Universal y nuestra energía física. Esto sucede después de la sintonización o iniciación realizada por un Maestro cualificado.

  La técnica Reiki –Sistema Tradicional Dr. Usui- está incorporada desde el año 1995 al contexto de las prácticas terapéuticas alternativas/complementarias reconocidas por la OMS, Organización Mundial de la Salud. 

  La medicina tradicional, hace grandes progresos día a día contribuyendo a aumentar la calidad y expectativa de vida. Cuanto más conoce la ciencia al cuerpo humano, mas necesario se hace estudiar al ser humano como a un todo.

  Las teorías de Albert Einstein, han ayudado a muchos profesionales de la salud a tratar el cuerpo de manera holística. Las teorías vibracionales o energéticas, han logrado su espacio en la clase médica, aunque aún no estén oficialmente vinculadas a la medicina tradicional. La terapia vibracional o energética, no sustituye a la medicina tradicional, así como tampoco la medicina convencional, sustituye a la terapia energética. Porque cada cual actúa en campos diferente de un mismo ser humano, coexistiendo y complementándose para mejorar las condiciones del ser humano en el Universo.

  La medicina hace el diagnóstico, es importante consultar al médico, seguir sus instrucciones, y beneficiarse con la energía Reiki, que complementa, agiliza e integra el proceso de recuperación de la salud.

"Quien entra en contacto con la Física Cuántica sin asombrarse, sin quedarse perplejo, es porque no ha entendido nada”

                                                                                                        Albert Einstein

 Reiki fue redescubierto por el Dr. Mikao Usui (1865-1926) y posteriormente transmitida hasta nosotros por la Sra. Takata. Su historia fue transmitida oralmente de maestro a discípulo.

La técnica Reiki –Sistema Tradicional Dr. Usui- está incorporada desde el año 1995 al contexto de las prácticas terapéuticas alternativas/complementarias reconocidas por la OMS, Organización Mundial de la Salud. 

  Un tratamiento de Reiki, consiste en canalizar energía tanto hacia un lugar específico donde existe un problema, como al cuerpo entero de una persona, dependiendo de la dolencia y el tipo de tratamiento.

  La mayoría de los tratamientos, se hacen con el paciente acostado, y si es necesario, cubierto con una manta. El practicante coloca sus manos suavemente sobre la zona afectada, o en el caso de un tratamiento completo, en todo el cuerpo, empezando con la cabeza, y terminando en los pies. Cada posición de las manos, es mantenida durante unos minutos sobre los chakras o centros energéticos principales. El paciente siempre está vestido, y las posiciones de las manos, son siempre sobre zonas que no vulneran la intimidad de la persona.

  Se suele dar el tratamiento en una habitación con luz tenue, música relajante e incienso y velas. El practicante invita al paciente a relajarse, a concentrarse en su respiración y a meditar, si el paciente tiene práctica en ello.

  Durante el tratamiento, sentirás una profunda relajación. Muchas personas se quedan dormidas, lo cual no influye para nada en el tratamiento, A veces, sentirás como un “cosquilleo”, calor o frío en diferentes partes del cuerpo, según la energía fluye a través de tu cuerpo. Otras personas ven colores, experimentan una sensación de “flotar”, o sienten emociones que salen a la superficie.

  Las posiciones en un tratamiento básico, tienen acciones específicas.

  Si hay tiempo disponible, incluso en personas saludables, es siempre bueno hacer el tratamiento básico completo, de aproximadamente una hora.

  El tratamiento básico activa el sistema inmunológico, equilibra todo el cuerpo, y genera un efecto profiláctico que capacita al organismo para eliminar por sí mismo los agentes patógenos. Incluso cuando el receptor mencione un síntoma o problema localizado, en general, todo el cuerpo está desequilibrado. Cuando se aplica con regularidad, la persona consigue enfrentarse a los problemas y dificultades sin estrés, respondiendo apropiadamente a todos los niveles, y viviendo más intensamente, aprovechando cada experiencia de la manera más apropiada. 

  Las zonas donde se aplica Reiki (donde suelen estar las manos del practicante), pueden sentir o mucho calor o mucho frío, durante el tiempo que las manos están presentes en esa parte del cuerpo, a veces sentirás cómo se tensan y relajan los músculos en la zona afectada. Simplemente son formas que tiene el cuerpo de ayudar a que fluya la energía.

  Durante la sesión, la energía fluirá dentro de ti, equilibrando tu sistema energético, soltando tensiones y estrés, aliviando dolores y activando la capacidad del cuerpo para sanarse.

  Aunque Reiki es muy eficaz, no es una “cura milagrosa”, y sus efectos son acumulativos. Para realmente notar los resultados, se recomienda una serie de tratamientos de 4 sesiones. En la mayoría de los casos, ese número de sesiones, es suficiente para solucionar problemas de estrés, tensión, ansiedad, insomnio y problemas emocionales. Problemas físicos y otros pueden necesitar más sesiones, pero no necesariamente.

  Generalmente, Reiki produce cambios beneficiosos a largo plazo, por lo cual no hace falta repetidas e interminables sesiones, aunque a mucha gente, les gusta tanto, que siguen realizándose tratamientos de armonización como a la persona que le gusta que le hagan un masaje.

Los símbolos son una herramienta que ayuda a conectar y enfocar el uso de la energía Reiki. Hay tres símbolos tradicionales usados en el nivel dos de Usui Reiki. Estos no introducen una energía nueva, ni diferente, aunque si es una manera de enfocar y trabajar con una franja ancha de frecuencias Universales de energía para propósitos específicos. Hay un símbolo más, que se usa en el nivel Magistral tradicional de Reiki.

  La física cuántica explica perfectamente el Reiki y su poder de sanación.   Cuando visualizamos un símbolo, recitamos su nombre como un mantra, cuando ponemos nuestra intención y conciencia en la sanación, todo provoca una energía dirigida en una dirección.

Los símbolos de Reiki, tienen minutos de energía eléctrica que emanan de ellos.

  Los símbolos de segundo grado, tienen un efecto poderoso en la conexión con la mente y el cuerpo, y los de tercer grado, tienen una poderosa energía que emana y trabaja de forma inteligente sin ser dirigida por nosotros. Todo ello cambia de un practicante a otro, pues el estado de conciencia y confianza que deposita en lo que hace quien lo realiza es fundamental.

  La física cuántica,  demuestra que toda la materia en sí, no es materia compacta, sino energía, un estado vibratorio de millones de moléculas vacías. Se demuestra que todos los diseños y dibujos geométricos, emiten energías en diferentes frecuencias, incluso hasta cuando dibujamos sobre un papel con una pluma o un lápiz. Diseños como espirales, conos, cruces o ángulos, están emitiendo electricidad molecular que influye en el sistema neuromuscular del cuerpo.

  Los símbolos de Reiki, mandalas, representaciones geométricas del cosmos, también tienen ese efecto sobre la estructura física sobre la que actúa. Por lo tanto son muy poderosos y no debemos jugar con ellos y sí darles su importancia.

  Todo el mundo, para ello es necesario recibir una iniciación, que amplifica y magnifica el poder natural curativo de tus manos, abriendo el centro de energía (chakra) de las mismas.

  Por lo tanto son necesarias, la iniciación y la transmisión de la fuerza durante el seminario por un maestro de Reiki facultado. Todas las personas pueden a prender a transmitir Reiki, ya que se trata de una Energía Divina Universal, y pertenece a todo aquel que esté dispuesto a aceptar este “regalo de manos curativas”.

El Reiki no profesa religión y no está contraindicado con ninguna práctica

de meditación, ni religiosa.

  Cuando estás dando Reiki, tu mente se calma al ser traspasado por la energía, tu atención se centra en los dos chakras de las palmas de las manos. Te mantienes plenamente presente, aquí y ahora, experimentando las sensaciones de la energía que descienden sobre tus brazos, escuchando tu cuerpo, que te indica donde pueden estar las dolencias….etc.

  Ten en cuenta que el reikista  no cura, simplemente es un canal, ser consciente de ello, facilita y garantiza nuestro trabajo con Reiki. Por ello es importante mantener una actitud meditativa en el aquí y ahora, manteniendo la atención en nuestras manos, en escuchar nuestra intuición, sentir la energía y el cambio que se produce en ella. Nos mantenemos observando nuestros pensamientos, si rechazar, sin apegarnos a ninguna imagen, pensamiento o sentimiento.

  La energía Reiki, es energía Luz, que penetra en el organismo a través de los 7 chakras principales, ubicados desde la base de la columna hasta la parte superior de la cabeza, y que la distribuyen a todo el organismo, reequilibrándolo.

  La palabra chakra es sánscrita y significa rueda. Son centros energéticos, como pequeños conos de energía giratoria. Las antiguas escrituras hablan de unos ochenta y ocho mil chakras aproximadamente, así que no existe en el cuerpo ningún punto que no sea sensible energéticamente, la mayor parte tienen papeles secundarios. Los chakras se establecen en los canales energéticos, concretamente en las intersecciones de los flujos energéticos llamados meridianos. 

Hay veintiún chakras secundarios y siete chakras principales que se localizan

desde la base de la columna hasta la coronilla de la cabeza.

  Cada chakra mayor de la parte delantera del cuerpo tiene su par en el dorso, y juntos se consideran como manifestaciones de un solo chakra.

  Los aspectos frontales están relacionados con los sentimientos de la persona y los dorsales con su voluntad, y los tres de la cabeza, con sus procesos mentales.

  Los chakras uno y siete, se pueden considerar como "apareados", puesto que son puntas abiertas de la principal corriente de fuerza vertical que recorre arriba y abajo la espina dorsal, a cuyo interior señalan todos los chakras. 

  Cada uno de los siete chakras, tiene siete capas y cada una de éstas se corresponde con una capa del campo aural. La energía puede fluir de una capa a otra a través del chakra.

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  Gassho significa dos manos que se juntan, unidas o en oración. La pronunciación correcta es “gásho”. Era enseñada por el maestro Usui en el Primer Nivel de Reiki (Shoden), se trata de un tipo de concentración.

  Según el Dr. Usui, es lo primero que debemos hacer antes de aplicar Energía Reiki. Vaciarse para recibir, es la primera condición. Ese vacío va a ayudarnos a sintonizarnos con un estado más apropiado antes de la aplicación de energía Reiki en nuestro día a día. Usui orientaba a sus alumnos a la práctica de esta meditación de la siguiente manera: “Por la mañana y por la noche, siéntese en la postura gassho y repita estas palabras (los cinco principios del Reiki) en voz alta y en su corazón”.

  Escoge preferentemente un mismo lugar y una misma hora para meditar. Nuestro cuerpo y nuestra mente tienen un reloj biológico. Así como sentimos hambre a la hora a la que acostumbramos a almorzar, también sentiremos “hambre” de meditar a la misma hora en la que nos acostumbremos a hacerlo.

  La mejor hora es temprano al despertar, ya que estamos más receptivos, menos en nuestra mente. El segundo mejor momento es por la noche, cuando nos vamos a retirar, para tener un sueño reparador. Es conveniente que el lugar sea silencioso, privado, alimentado con energías naturales (tierra, agua, fuego y aire), a una temperatura agradable.

  Si escoges música, que sea contínua, sin cambios súbitos de ritmo. También puedes utilizar inciensos, luz tenue, ropa cómoda, una postura adecuada, el estómago vacío.

  Para la técnica Gassho, siéntate lo más recto posible, mantén la espalda recta, para que fluya mejor la energía. También la puedes realizar de pié, o tumbado, aunque de esta última manera corres el riesgo de dormirte.   También puedes apoyar la espalda para relajar mejor los hombros. Cierra los ojos, respira dos o tres veces profundamente, y coloca las palmas juntas a la altura del pecho o la garganta, con los dedos hacia arriba. En esta posición, se entra automáticamente en estado meditativo.

  Es fundamental focalizar la atención en el punto donde los dedos medios se tocan, La concentración en el punto donde los dedos medios se tocan, ayuda a mantener el tono de la Meditación Gassho, sin entrar en fantasías.

  Durante la meditación, deja pasar los pensamientos, sin analizarlos, y si sientes que tu mente se descentra con algún pensamiento, lo cual es natural, sobre todo al principio, no pierdas la tranquilidad, y vuelve a centrarte en los dedos, con una actitud de aceptación y paciencia. Si te fuerza a no pensar, lo que sucede es que los pensamientos aumentan; sólo limítate a dejarlos pasar, observarlos, que solos se irán.

  Durante la meditación, es posible tener sensación de calor en las palmas de las manos, o en la columna, pero el objetivo es concentrarse en el todo, en el vacío, no en las sensaciones particulares.

El tiempo en esta meditación, es de 15 a 30 minutos.

  Al final, cuando sientas un nivel de tranquilidad mental bueno, repite pausadamente (reflexionando sobre sus palabras, significado y mensaje) los Cinco Principios del Reiki, practicados por el Maestro Usui como instrucción máxima (Gokai):

 1- No te enfades.

 2- No te preocupes.

 3- Expresa gratitud.

 4- Sé aplicado y honrado en tu trabajo.

 5- Sé amable con los demás.